sábado, 23 de junio de 2007

Taxistas



El Taxista de antes era un señor por lo general jubilado o extranjero algo amargado pero cortes, que tomaba el manejo del volante como una profesión y hacía todo lo que fuera necesario para conseguir dar un buen servicio (con sus excepciones claro está) conversaba con el o los pasajeros, conocía muy bien la ciudad, daba uno que otro consejo, negociaba el costo de la “carrerita”, y capaz de hacerla por menos cuando alguien le ponía cara de no tener los realitos para mas.


El tiempo transcurrió y de repente aparecieron los llamados “patas blancas”, carros nuevos, con aire acondicionado, cómodos, todo perfilaba bien, comenzó el boom, aparecieron las empresas que alquilaban el carro y es allí donde todo cambió, la necesidad de cumplir con la cuota diaria hizo perder la cortesía del señor taxista hacia sus potenciales pasajeros, “…son 20 mil bolívares, - pero si son dos cuadras es ahí mismito,- eso es lo que se cobra señora “ y zúas ..!!, a correr por estas calles, sin respetar semáforos, zigzaguear es la consigna, ¿y que pasó con el taxímetro?, cobran lo que creen que se merecen , alegan repuestos caros etc. Sin embargo uno compara con nuestros vecinos ecuatorianos en donde la moneda es el dólar, y las diferencias son abismales, por una carrera corta por allá es medio Dólar 50 cts. es decir al cambio oficial serian 1.075 Bs, acá 10 mil Bs pequeña diferencia y con la gasolina mas barata del mundo,



¿Cómo se acabaría todo esto?, con taxímetro que puedan ser ajustados según índice inflacionario los ejemplos los podemos tomar de los colombianos y ecuatorianos ya mencionados, equipos que dan recibos con la descripción de la hora de salida los Km recorridos , la tarifa vigente y el monto total, estos vehículos tienen un micrófono oculto, que se activa con un botón también oculto en la palanca de cambio lo que permite informar a la base de cualquier anormalidad, y mediante claves dar su ubicación en algunos casos es vía satelital, ¿será posible tener control, organización tecnología aplicada para la seguridad y el justo precio al pasajero en Venezuela? Estoy seguro de que sí, querer es poder, allí dejo la reflexión.

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